El nuevo primer ministro de Haití, Garry Conille, dijo en entrevista con la AFP que no dudó en aceptar el cargo pese a la situación «extremadamente compleja» del país y prometió a la población acciones y «transparencia» ante la misión internacional que tiene como objetivo acabar con la violencia de las pandillas.
Médico de formación y exdirector regional de Unicef, Conille estuvo de visita en Washington esta semana, donde habló con el jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, sobre la fuerza multinacional liderada por Kenia, cuyo primer contingente llegó el 25 de junio a Haití para apoyar a la policía frente a las bandas criminales.
El nuevo gobierno provisional haitiano hereda una situación «extremadamente compleja», afirma Conille, con el 80% de su capital, Puerto Príncipe, en manos de las pandillas, casi «600,000 desplazados, infraestructuras prácticamente inexistentes, ministerios que «ya no tienen oficinas» y una fuerza policial por «fortalecer».
El primer ministro celebró el «entendimiento» que permitió la formación de un gobierno de transición luego de la dimisión en marzo de su antecesor, el controvertido Ariel Henry.
El consejo presidencial de transición surgió tras arduas negociaciones y nombró a un gobierno que tiene la misión de dirigir el país hasta principios de 2026, cuando está previsto que se celebren elecciones, las primeras en Haití desde 2016.
– «Responsabilidad haitiana» –
Para tranquilizar a la población, traumatizada por intervenciones extranjeras del pasado, insistió en que la misión de esa fuerza será «acompañar a la policía».
«La responsabilidad de restablecer la seguridad es ante todo una responsabilidad haitiana», insistió Conille, quien ya había sido primer ministro durante un breve período entre 2011 y 2012.
La misión «no sustituye a la policía. Se trata realmente de un apoyo inmediato que nos da tiempo para reforzar la capacidad de la policía y del ejército para que estas dos instituciones puedan desempeñar eficazmente su papel», explicó.
«Todo lo que se planifique y diseñe será preparado y diseñado por las autoridades haitianas» en consulta con la fuerza multinacional, añadió.
– «Transparencia» –
Pero «debemos poner en marcha los instrumentos necesarios para avanzar de manera prudente, protegiendo obviamente a nuestros oficiales, pero de manera decidida y deliberada para que, en un tiempo no muy lejano, recuperemos primero los territorios que hemos (perdido) y (…) probablemente al mismo tiempo, asegurar que resolvamos definitivamente el problema de las pandillas», afirmó.
Y «en este tipo de situaciones, la transparencia es nuestro mayor aliado», afirmó. La población haitiana, «que históricamente ha perdido la confianza en sus instituciones», «nos observa atentamente», quiere ver «cómo estas diferentes intervenciones mejorarán sus condiciones de vida».
Por eso «nos comunicaremos regularmente. Le diremos muy claramente lo que podemos lograr. También le informaremos cuando la misión no tenga éxito», afirmó Conille.
Respecto a las elecciones, que según la hoja de ruta de las autoridades deben celebrarse antes del 7 de febrero de 2026, el primer ministro dijo que eran «la definición misma del éxito de la transición».
Según Conille, el consejo presidencial está «trabajando activamente» en el nombramiento de los miembros del Consejo Electoral Provisional.
«Ya estamos implementando el sistema y los instrumentos que necesitamos para poder avanzar rápidamente», aseguró.